Alguien peor que tú

Están cayendo rocas como obuses y no me refiero al partido de baloncesto rocoso en el Puerto de La Cadena (Murcia). La primera señal del Apocalipsis socioeconómico al que parece que vamos encaminados me la ha dado ese que llaman rey de pop, un mérito que produce repelús. Pero vamos a lo que vamos. Michael Jackson se quiere montar un espectáculo africano con elefante de pega (el animal es de origen indio) en su british-musical-gira. En un principio pensé que el mojón se hallaba en que el protagonista de la danza masai era un negro convertido en blanco y deformado a base de bisturí que trataba como de volver a sus raíces lejanamente enterradas. Si fuera loquera escribiría gustosa y jugosa un artículo en ‘The American Journal of Psychiatry’.
Lo que me llamó la atención no fueron los monos y serpientes previstos en el menú musical, sino que el mismísimo hombre-talco se replantee el atrezzo porque no lo puede pagar. ¡Ay Dios! Si va a ser verdad que la cosa está muy malamente, pues ya se sabe que cuando los hombres ricos lloran los pobres tenemos que echarnos a temblar. Y yo que pensaba que lo de los despidos masivos era puro teatro empresarial. Aunque ya me estaba yo mosqueando con estos nueve meses que llevo en paro, tras los que tengo la sensación de ir a parir una desesperación crónica con cesárea incluida. No nos desanimemos, que Solves ha dicho que aquí no pasa ná… pues que no viera el tsunami llegar no es para desconfiar de sus profecías by Lola’s Sorceress.
Yo había pensado en ahorrar viviendo en la calle, sin comer y fumando porros 21 días al mes, pero me desanimé al saber que la idea ya la estaban tirando por la tele, qué le vamos a hacer. Tal vez si me fuera a Bagua y me abriera una cuenta en el Banco de la Nación de Perú, pudiera tener la suerte de Julia Vásquez, que fue a retirar los 24 euros que le manda todos los meses su marido y se encontró con 128 millones… y la mujer sólo retiró 144. Hay que ver lo que es la pobreza. Aunque no creo que el error humano se repita en breve, así que puede que tenga más suerte en Osinow Dolny, la ciudad polaca que linda con Alemania con la tasa de peluqueros más alta de todo el mundo: son 200 vecinos y 150 le dan a la tijera. La idea no me termina de convencer, el polaco me cuesta y el alemán se me resiste, así que teniendo en cuenta que la clientela está compuesta por miles de mujeres germanas pues… va a ser que no. Uf, si es que no puedo ni hacer los cursos del INEM si no tengo 45 años… y para eso queda un rato. Ven, queridos lectores, como siempre hay alguien peor que ustedes.


Foto: Pankcho - Flickr.com